Los soportes y resistencias son niveles o zonas donde el precio pueden detenerse. Estas paredes invisibles que se crean son clave para detectar zonas en las que debemos prestar atención. El precio debe rebotar como mínimo dos veces para considerar que en un cierto nivel de precios existe un soporte o una resistencia. Si el precio rebota en estas zonas, se va afianzando la resistencia o soporte. Cuando el precio las rompe, lo hará con más o menos fuerza, dependiendo del número de rebotes que recibido.
La manera correcta de dibujar los soportes y las resistencias más relevantes es buscando los lugares donde el precio rebota o vuelve. Por supuesto, una línea de tendencia puede ser también un soporte o una resistencia.
Es importante que cuando traces una línea en el gráfico, sea la que sea, ignores los excesos, o sea, los vértices que sobresalen del resto de máximos o mínimos. Siempre mandan los demás rebotes porque por lo general habrá más en ese mismo nivel:
Un soporte aguanta el precio, como puedes ver en la imagen anterior. Una resistencia, en cambio, no deja que el precio suba, o lo que es lo mismo, hace de techo:
Al final se trata de detectar las barreras, los creeks y los muros a los que llega el precio y por los que no puede cruzar (cuantas más veces toque el precio, un soporte o a una resistencia, más validez le dará y con más fuerza romperá). Estas líneas pueden ser horizontales o, como he comentado al principio, coincidir con las líneas de tendencia. En próximos artículos veremos con más detalle cuando y como detectarlas.
Recuerda que el precio está controlado por grandes fondos de inversión que no juegan limpio, es más, la ejecución de órdenes la realizan máquinas, con algoritmos muy complejos que tienen como objetivo generar liquidez y que se mueva el precio. Es por ese motivo que hay que estudiar a fondo los gráficos antes de empezar a operar.
📖 Lectura recomendada: El análisis técnico explicado.